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lirva_atrebor

LA MUDANZA

A todos mis queridos lectores:

Quiero agradecerles todas las visitas que realizaron en estos tres meses que me dediqué a exponer mis debrayes, ideas y sentimientos. Decidí hacer mis maletas y construir una nueva casita donde habitar; me he mudado de blog. Ahí podremos seguir interactuando, exponiendo mis ideas y compartiéndolas con todos ustedes.
Espero que el nuevo blog les guste y me sigan visitando.

Hoy es la inauguración y quedan todos invitados al reven. Es de cooperación, jejejejejejejeje.

Aquí se encuentra la dirección donde podrán seguir leyendo a esta ciudadana desolada.
http://lirva-atrebor.blogspot.com/
Saludos.

LIRVA

El rocanroll de esta idiota

El rocanroll de esta idiota

Creo que en todo este tiempo no había dedicado ningún post a uno de los personajes más significativos de mi vida, me refiero a Joaquín Sabina.
Ese flaco de Úbea que ha sido cómplice de infinidad de andanzas, de batallas perdidas y unas pocas ganadas. Una copa de whisky que se consume al calor de un despojo de medias negras que lentamente tantos me han quitado. Soy una de sus tantas putas, una de las tantas que permanece soñando transitar por las calles de Madrid.

Mi iniciación con Sabina fue un tanto perturbadora, pues confieso que en un principio era bastante irritante escucharlo cantar. Una amiga insistía en que lo escuchara, yo renuente toleraba una canción tras otra; de pronto llegó a mis manos un libro de poemas de él: “Ciento volando de catorce”, de ahí en adelante me dediqué a buscar canciones, información o cualquier cosa referente a ese tipo que se había convertido en mi nueva empresa.

Pasó el tiempo y descubrí que en el infierno también llueve sobre mojado; días de angustias y ausencias; las noches no eran iguales sin ti. Como amuleto y baúl cargaba con sus discos, curándome las heridas, secándome las lágrimas, seduciéndome todas las noches. Era su Princesa, su Ave de paso, su falda a cuadros, su tahúr, su doble o nada. Las noches no son iguales sin ti. Sumergida en bipolaridades Sabina fue y sigue siendo un amigo de decepciones, compañero etílico, una droga irresistible; un gran poeta.

Actualmente se ha quedado suspendido, vuelan rumores de una jubilación de las presentaciones en vivo, un nuevo disco, pequeñas apariciones en televisión, etc.; sin embargo, es evidente que no se ha borrado del corazón y la mente de infinidad de personas. Sin duda es uno de los mejores. Me enseñó que a veces no es tan malo mentir.

¡Yo pido un brindis por mi flaco!

Lirva

Mis diez palabras

En estos días visité el blog de Alberto Chimal y me encontré con un pots que se titulaba “Diez palabras”, haciendo alarde de mi morbosidad le di click al enlace que se encontraba con ese nuevo proyecto de mandar o subir tus diez palabras más especiales, esenciales, bonitas, hermosas, útiles (considero que todas lo son), etc. Y es por eso que aquí las publico para que las chequen o me den su opinión y si quieren intentarlo estaría chido.

denso
despiadado
ancentrales
luminoso
caudal
respiración
sueño
despacio
distiendo
muerte

Lirva

Ella

Las mañanas se han desvestido
Angelicalmente sobre tu cuerpo.
Todas las curvas son inmensas,
Las cuevas húmedas me convidan
Un toque de anís de todos tus poros.
Tomas mis dedos y dibujas figuras
Inteligibles sobre tus vellos que cómo
Una cárcel medieval me encierran
Estrepitosamente en sus antiguos
Calabozos de miel.
Te has puesto tiesa y maldices a todos
Los amantes, no soportas jadear, te has
Vuelto mariposa y no toleras volar.
Más cerca de tu aliento me recuesto
Y te cuento la misma historia, todas las
Letras son nuevas, sonríes mientras
Te admiro. Todo va a arder, piel desmedida
Que me alivia. No puedo entrar, no voy
A estar. Te siento y regreso a tu pecho,
Todo es inconmensurablemente rápido.
Susurras dos mentiras, despacio te animas,
Despiertas y miras que sigue ahí.
Los recuerdos han partido, sólo lo miras
Y rescribes la vieja historia.
Una mañana angelical no volverá.







Robertha Mayer

Parchis chis chis... :)

El viernes fui a una fiesta (reunión era el nombre original) a casa de Verónica, una amiga, debido a un aniversario más de su natalicio (nombre vulgar: cumpleaños).
Al principio (debo confesar) me sentía un tanto mosca en leche, pues había gente que no conocía y dado a mi autismo y sociopatía, pues me tardé un rato en aclimatarme con el ambiente. Fui con Ranita y Jorchi, antes de eso hicimos una parada estratégica en una tienda de alto prestigio para comprar víveres y regalos para la festejada. El buen Jorchi le compró chocolates (los cuales ayudé a escoger), Ranita compró un vino (el cual me dedique a consumir más tarde con agrado, simpatía y placer) y yo hice lo propio de una Nenita, le compré a Vero una tarjetita bastante mona.

Llegamos a casa de la festejada, todo estaba en completa armonía, la gente sentada platicando, todos muy seriecitos, como niños regañados. En ese momento pensé: Ay, Lirva igual y esto se pone aburridón, pero pus ni modo, hay comida y alcohol. Lo que no imaginé ni mucho menos pensé fue que esa reunión se iba a convertir en un gran revén. Nunca había asistido a una fiesta en la cual la banda se prendiera con rolas de: dum dum dum (sonido de suspenso) Parchis y Timbiriche, el revén empezó a agarrar color con letras profundas y llegadoras como: “Parchis chis chis es un juego divertido que…” y “Somos amigos de ustedes, amigos de verdad” o “Timbiriche (lalala) Timbiriche, el dragón es real a la vuelta lo voy a…” (no recuerdo). Pues en esa fiesta era la más joven, por suerte tengo una hermana mayor, contemporánea a la mayoría de los comensales y desde niña se dedico a instruirme en las artes de escuchar música ochentera, gracias a eso no me quedé como idiota sin entender nada y sin cantar; pues yo soy más de Fey para acá, jajajajaja.

Vero y Marel se encargaron de deleitarnos con coreografías de aquellos tiempos, después todos en la fiesta salieron del closet y sacaron a su yo (interno) amplio conocedor del pop en español. Me puse algo borrachita (con el vino tinto antes mencionado), la comida estuvo maravillosa y después de haber hecho un largo recorrido por la amplia gama de música de los ochenta, la noche concluyó con un divertido juego de dominó cubano (?) y tuve suerte de principiante, gané el primer juego.Posteriormente dije – Ranita que hora es. Ranita: diez para las tres (de la madrugada). – Tómala, ya vámonos. Bueno, bueno, adiós, nos vemos; espero se la hayan pasado bien,etc. Confieso que ha sido de las fiestas más chidas a las que he ido, comí bien, bebí bien y pude hacer uso de mi alto conocimiento en rolas de Timbiriche. Ah, que divertido.

Lirva

¿Podré...seguir?

Los días han divagado entre soleados y nublados. La verdad es que con días como estos, mi estado de ánimo se torna más bipolar, pues a ratos me siento contenta y luego caigo. Hoy desperté con una sensación de absoluto vacío, de completa indiferencia al hecho de abrir los ojos otro día más. Tuve miedo de no poder volver a sentirme bien, me agobia la sensación de quedarme en el límite, de no poder lanzarme ni hacerme un paso para atrás, ese límite, ese maldito límite, donde todo se desnivela, donde nada es todo y todo es nada, el no sentir, el no arriesgare. He caminado desolada tanta veces que ahora que miro a alguien cerca de mí, lo repelo. Sé que no me gusta la soledad, que soy egoísta, pero si tan sólo pudiera no despertarme así. Me tardo como cinco horas en recuperar el ánimo, la somnolencia me dura mucho tiempo, y entre recuerdos de otra vida, de canciones, de películas, de ausencias, de amores, de otra vez el mismo pinche recuerdo, trato de aliviar esa sensación, es una lucha constante. Quizá mis lectores quieren leer otras cosas, información más productiva, no el flagelo de un “alma ensangrentada” que trata de curar y lamer sus heridas. Puedo seguir intentando regresar a Ítaca, vencer dragones milenarios, poder tomar la pócima de la eterna juventud, rescatar a la princesa cautiva, enterrar a los que penan; ha sido tanto en tan poco y lo peor es que me encuentro cansada, hambrienta, deshilachada, llorosa. De pronto miro hacia la ventana, el sol ha salido una vez más, pero esta vez todo sigue igual ¿Podré?

Nota: Se solicitan vendas, curitas, alcohol,
tanque de oxígeno; un botiquín

Lirva

Buenas noches

Por mucho tiempo esta canción trató de ser un aliciente en mi vida, una hermosa melodía para que pudiera dormir tranquilamente, lamentablemente no cumplía con su cometido, sin embargo, me mantenía más despierta que un velador. Ahora, a casi cuatro años de aquella vigilia, la recordé y me reconcilié con ella. El pasado casi ya no es mi verdugo. Ahora la escucho y los flashes que remonto de aquellos días no me deslumbran, me hacen feliz. Además recordé que fue un regalo de cumpleaños, fue escrita especialmente para mí; la expongo aquí para compartirla, creo que es uno de los regalos más significativos en mi vida, de los más íntimos, de los más queridos.
Buenas noches y que refugien sus sueños con una sonrisa.

(Nota del 11 de julio: Les dejo este enlace para que puedan escuchar la canción. Estará activo por siete dias)

Canción: Canción de cuna
Letra: R. P.

Buenas noches duerme bien,
que si la luna se embriaga,
te alumbrará mi quinqué.

En el manto de la almohada
el manantial madrugada
que peinaste, correrá.

Duerme, mi amor,
que mañana el sol espera
tus alas para alumbrar
mi penumbra.

No tengas miedo del cielo;
sueña y si buscas consuelo
mis sábanas son “te quiero”
y esta dispuesta mi cama.

Si te atormenta la noche
mi pasión será el incendio
que hará llegar alborada.

No tengas miedo del cielo;
sueña y si buscas consuelo
mis sábanas son “te quiero”
y esta dispuesta mi cama.

Si te atormenta la noche
mi pasión será el incendio
que hará llegar alborada.

Buenas noches duerme bien,
que si la luna se embriaga,
te alumbrará mi quinqué.

Lamentablemente una vez más (Londres)

Por las calles de Londres las personas caminan temerosas, angustiadas de qué va a venir, quizá otra bomba, más muertos y más muertos.
Gritan en Escocia, hacen conciertos contra la hambruna en África, la “democracia” triunfa en México (?) y siguen las muertes. Los mandatarios se reúnen y sólo existen resoluciones absurdas y poco prácticas. Una noticia más para la primera plana, para los titulares de los noticieros. Sin embargo, las víctimas siguen cayendo.
Fue un despertar con otra noticia de un nuevo ataque terrorista, un día gris y lleno de indignación, pero es y seguirá siendo cuento de nunca acabar, estadísticas de bajas en Irak van y vienen y la gente no voltea para ese lado, pues creo que pese a todo siguen siendo los más malos (¿y Bush?) por lo tanto aparentemente se lo tienen merecido ¿es bueno pensar que quizá es tiempo de resignarse, de dar por hecho que así será? ¿Es justo no pensar en los niños iraquíes, mujeres y hombres que diariamente mueren? Indudablemente el ataque en Londres es triste y con una gama de posibles respuestas y reflexiones, quizá sea un distractor más. Lamentablemente todas aquellas voces que han callado las bombas (sea Londres, España, Irak y Nueva York), no podrán gritar nunca más, así que pido un minuto de silencio por los ingleses, españoles, africanos, mexicanos, asiáticos, sudamericanos, norteamericanos y por la humanidad en general que han sido silenciados, y todo el tiempo para gritar ¡Basta ya!

Lirva

ÉRASE UNA VEZ UNA CIUDAD...

Antes caminada desolada por cada rincón de la ciudad.

Érase una vez una ciudad donde las sombras habitaban cada espacio de mi visión, era un fango en el cual me atrevía a pisar; todas las noches miraba por una gran ventana y veía las luces de la ciudad cada vez más lejos, no era mía, no podía ser mía. En aquella ciudad no se dormía nunca, las noches eran de una intensa actividad suicida y alucinante. El sexo no era un alivio, el alcohol me mantenía inapetente, la droga me hacía reír y toda la gente se dibujaba con tenues colores de angustia y depresión. En aquella ciudad – la que me albergó – los niños gritaban todo el tiempo, las madres sangraban desesperadas por las calles, los viejos dormían largas siestas; mi madre, mi madre me buscaba. Odracir, el regente de la ciudad, no dejaba que nadie saliera en los días de calor, la habitación se convertía en un infierno; vivía con una pequeña gata que todas las noches mordía mis pies en el momento que yo intentaba dormir. Por alguna extraña razón olvidé o desapareció mi ropa de invierno, era sumamente doloroso salir a comprar leche y pan en las noches más heladas.

A veces la comida era escasa y distraía mi hambre imaginando a mi madre bailar suavemente por la cocina de mi antigua casa. Eventualmente fui perdiendo mis zapatos y casi toda mi ropa, puede conservar un pequeño espejo en forma de ventanita, pues lo escondí detrás de un librero. En los días de inspección, el regente era cruel y nos arrebataba nuestras pertenencias más valiosas, una vez le robo a una vecina su voluntad, al niño del número 16 le robo su imaginación, al anciano de enfrente le arrebato su memoria, a mí me robó mis sensaciones.

Perdí los mejores recuerdos durmiendo bajo la lluvia, bajo cada gota de nervios que despedía en cada lágrima. Se fue la niña de ilusiones y sonrisas sinceras, se fue la tímida sensación de volverlo a intentar. En aquella ciudad se quedó mi piel. Cuando eran días de poder salir a caminar, siempre había charcos, el concreto siempre estaba muy mojado. Las gotas eran de cristal, de puntas de cristal. Yo trataba de esquivar algunos roces de aquel chaparrón, pero siempre volvía muy tarde a casa, a lavar muchas heridas. Recuerdo que alguna vez un pequeño rayo de sol de coló por la ventana, anunciando que quizá era el momento de poder abrir todas las puestas para sentir el calor que nos otorgaba, en un parpadeo se nubló y comenzó nuevamente la tormenta.

Las cicatrices que dejaron aquellos días, deformaron mi cuerpo, lo marcaron de tal manera que la gente de este nuevo pueblo no tolera verme. Ahora cuando vuelvo a casa y miro a la ventana, las nubes y el azul del cielo me dicen que hay heridas que son para toda la vida. Todavía cada noche, antes de acostarme acaricio levemente la herida que se encuentra más próxima a mi corazón (es la más grande y deformada) le sonrío y le canto una canción.

Érase una vez una ciudad donde cada día las danzas no eran felices y el peso mortuorio me mantenía despierta todo el tiempo, donde las mañanas no hacían ninguna diferencia y cuando reviso las fotografías de aquel lugar, mi boca dibuja una sonrisa que no es la misma de ahora, que nunca será la misma.

Lirva

He dicho

René, lo prometido...lo cumplo.
I. Estás atrapado en Fahrenheit 451, ¿qué libro te gustaría ser?
Ese no, me daría mucho calor.


II. ¿Alguna vez te enamoraste de algún personaje de ficción?
Mmmmm, de algunos, Sabina, en La Insoportable levedad del ser. De Horacio Oliveira (pese a todo)en Rayuela; de Romeo, en Romeo y Julieta, y últimamente de Marco Fogg, en El Palacio de la Luna.



III. El último libro que compraste fue...


Una antología de cuentos de Julio Cortázar, donde se encuentran de los mejores cuentos de él, como Carta a una señorita en París, Autopista del sur,Las armas secretas,etc.


IV. ¿Qué estás leyendo actualmente?

Muchas cosas, y muy diversas, nada contrario a mis hábitos. El Palacio de la Luna de Auster, Atlas descrito por el cielo de Petrovic [de las mejores cosas que he tenido oportunidad de leer, todo un gran viaje] La antología de Cortázar, y para rematar, Relámpagos de agosto de Ibargüengoitia.


V. Cinco libros que llevarías a una isla desierta:


Rayuela,de Cortázar(sin se lugar común) cambió gran parte de mi visión de la vida y la literatura, un gran confidente y casi una autobiografía.La edición comentada de Cátedra.


El Principito, mi niñez y mi madurez.


Nostalgia de la muerte,de Villaurrutia,gran guía de enseñanza, un enorme paraíso de dolor.


Realidad y deseo, de L. Cernuda; la poesía.


Historia de Cronopios y de Famas, Julio Cortázar, porque a veces es bueno llorar y bailar.


Robertha Mayer

Danza de Mariposas

Entre aleteos despiadados que marcan
Los pasos de aquella danza que se ha
Presentado durante mil años, los niños
Recitan juegos nunca entendidos por
Nadie.

Verdugos ancestrales dominan los augurios
De un beso que se durmió una noche de
Invierno. Lamentos veniales respiran
Debajo de la sombra de mí habitación.
Un hombre canta despojos de una vida
Rasguñada, de una vieja caricia encerrada
En ventiscas matinales donde una nube sin
Forma domina, despacio y coqueta, el olvido
De mañana.

Una mirada se despide de la noche,
Una madrugada duerme su último sueño.
Dos vientos le sonríen a una mujer que
Hoy vuelve a nacer. Los tiempos se
Maquillan escondidos de la realidad.
Esta noche tiende sus maldiciones
Y porta un disfraz con cara de ser
Fatal.

Los ciegos son todos los dormidos,
Los laberintos se han matado culpando
Al inicio de perderlo en su universo.
Nada queda, ni las zapatillas
Ni los encierros. Las palomas
Se masturban imaginando entregar
El mensaje.

Todos los viejos no recuerdan la danza
Milenaria, no saben caminar, han olvidado
Como tienen que bailar. Vuelo y regreso
Por quinta vez al útero marítimo que me
Desgarró tres veces antes y me quedo
Con una mentira inmersa en llantos ajenos
A mi dolor.


Angustias del final desvisten a aquella niña
Que no ve las danzas ni escucha los gritos.
No viajo por senderos de paz, los muertos
Han callado, no queda nada, aún no queda
Nada.

Y pervivo desplegada entre mi patria y
Mil quimeras; anuncio que hoy es el fin,
Que después no es siempre hoy.
Rescato manuscritos borrosos en mi piel,
Las mañanas se han marchado.
La noche, la noche se mantiene en pie.
Las mariposas se han detenido, los niños
Suspiran, admiran el final, tocan una, dos,
Tres veces con el mismo talón; la danza
Ha vuelto a comenzar.

Robertha Mayer

Si pudiera regresar

Si pudiera regresar

Si pudiera respirar y no ahogar mi esperanza,
Si fueras los puntos, los acentos, las mayúsculas
Si tan sólo pudiera rascar en esa imagen milenaria
De tu piel, si pudiera perdonar, olvidar.
Las calles se dispersan y envuelven el zumo
De los recuerdos que han festejado salir del baúl.
Si pudiera transpirar ilusiones adormecidas
De visiones que dejaste en un bolsillo
Trasquilado, que olvidaste en el buró.
Se niegan revivir, disparar, volver una vez más.
Si pudiera lamentar lutos, volar entre infinitos
Que inician esta noche. Correr cerca del túnel
Abismal que sirve de colchón.
Si pudiera tomar justicia de sabios
Que han muerto después de mí, hacerla mentir,
Distraerla mientras descanso, mientras deseo soñar.
Redimir mis penitencias, cortar en mil
Pedazos todas las verdades nunca dichas.
Si yo pudiera fatigar la tristeza, cansar la ausencia,
Ejercitar la locura. Si pudiera continuar, intentar fumar
Y verte pasar.

Robertha Mayer

Para despertar a una paloma...

“Para despertar a una paloma morena de tres primaveras”. (Joan Manuel Serrat).

Existen canciones que van transmitiendo a lo largo de la vida una serie de experiencias, son fieles compañeras de andanzas y cómplices de travesuras, así como de sueños y caminos desviados, amigas de lágrimas y ausencias, y a veces simplemente hermosas notas que deleitan días o noches de luna llena.

“Para despertar a una paloma morena de tres primaveras” (Canción infantil) es una canción muy significativa en mi vida, Joan Manuel Serrat ha sido un cantante que ha definido mi vida, un gran tío de la infancia y el lazo más cercano que tengo con mi padre. A él le dedico este post. Cada vez que la escucho me remonto a esos años en los cuales permanecía sentada mirando a ese señor cantarme e instruyéndome sobre Serrat. Las canciones infantiles se pueden cantar en cualquier momento de nuestra vida, en cualquier instante, para dormir o solamente para seguir soñando. Además este post va dedicado a ti, sí, tú que me arrullaste aquella noche, cantando una canción en catalán para que pudiera dormir, gracias por regresarme parte de mi infancia, pero principalmente va dedicado para “tu paloma morena de tres primaveras”,es un pequeño regalo (con todo mi cariño y respeto). Esta canción que les otorgo a todos mis lectores es para que la busquen y la escuchen. Gracias papá por brindarme tus mejores años de juventud sentada en tus rodillas.

¡Felicidades a todos los papás!

Avril
Canción infantil

Para despertar a una paloma
morena de tres primaveras. (Joan Manuel Serrat)

…Y bueno, pues,
Un día más
Que se va colando
De contrabando.

Y bueno, pues,
Adiós ayer
Y cada uno
A lo que hay que hacer.

Tú, enciende el sol,
Tú, tiñe el mar,
Y tú, descorre el velo
Que oscurece el cielo,
Y tú, ve a blanquear
La espuma y la nube,
La nieve y la lana,
Y tú, conmigo a cantar la mañana.

Tú, a dibujar
El trigo y la flor.
Tú, haces de viento
Dales movimiento,
Y tú les das color.
Tú, amasa los montes.
Tú, al pozo a baldear
Y tú, conmigo y el gallo a cantar…

Que hay que empezar
Un día más.
Tire pa´lante
Que empujan atrás.

Y póngase el calcetín, paloma mía,
Y véngase a cocinar el nuevo día.
Todo esta listo, el agua, el sol y el barro,
Pero si falta usted no habrá milagro.

Si le falta
a usted a un mundo enfermo y con canas,
quién va a hacerle la cama
y quién le peinará la frente
y quién le lavará la cara.
Si falta tu risa
Para echarlo andar.
Venga conmigo y el gallo a cantar.

Que hay que empezar
Un día más.
Tire pa´lante
Que empujan atrás.

Y póngase el calcetín, paloma mía,
Y véngase a cocinar el nuevo día.
Todo esta listo, el agua, el sol y el barro,
Pero si falta usted no habrá milagro.

Creo en Polifemo

Creo en las miradas, agentes navegantes
De mil quimeras. Creo en la mentira
Verdad alumbrada en la expectativa,
Creo en todo lo imposible,
En todo lo extranjero.
Creo en las bestias, ausencias en lodo.
Creo en algo más, manos exterminantes
Creo en la mañana, en la nocturna verdad.
Creo en las palabras, en la vida despedida.
Creo en las manta rayas, en los peces
De mi piel, creo en más nubes de los
Desiertos húmedos que caminan
Por bosques de mi aliento.

Creo en la tierra, madre justiciera
De todos sus muertos.
Creo en los murmullos
De almas raptadas una noche
De mayo.
Creo en Polifemo, en Iris
Creo en mares sin naves, colmos
De batallas perdidas.
Creo en dos palomas, argente de
Ojos grises, de maldiciones.

Creo en lo irreal, en la congruencia
Creo en ti, en roces hilarantes
De dos bocas, creo en tu cabello
Hilos nocturnos que trago.
Es una voz que nada entre mi lago
Visión fotográfica de una espada.
Cúbrete despacio y malvado.

Creo en los suspiros, en las canciones,
Creo en latidos; sangre seca de un recuerdo
Serenidad bélica de tu mirada.
No hay más.

Robertha Mayer

MUERTE

El humo denso que camina cerca de ti,
El ruido que no va, las sombras de ayer,
El solo de una canción que escucho sin ti.
La imagen de las luciérnagas que no pude ver.

El silencio que canta tu piel,
Los años de aquella infancia,
La traición que nunca confesé,
El miedo de las gotas de lluvia.

La nostalgia de otoño; sus ojos,
La mentira que siempre creíste.
El exilio de mi cama, el antiguo amor.

Los días que nunca despertaron,
El sueño de María, los niños tímidos,
El poema que nunca encontraron,
La danza sin pies, sin manos, sin ojos.

La vida que no cambia ni anima,
Las tarde con laberintos, con años perdidos,
La esperanza de la muerte que no viene,
Que no ayuda; la muerte que no me pudre,
Que no me salva, que no baila en mi tumba.

La muerte que me espera es aquella la que
Marca mi tic tac, la que no ahoga, la esperanza
De cada mañana. Espero que hoy no te equivoques;
Quiero que sepas que nunca te cierro la puerta,
Que no te he abandonado, que te llamo como
Se llama al amor perdido, que mi voz te lame,
Te espera, te desea; te viste, te mira, te anhela.

Y soy tuya como lo fui de él, soy de tu calor
De tu aliento, de tus sueños, de tus dedos.
No tengo miedo, no quiero regresar; encuéntrame.
Cierra mis ojos, acaricia cada instante,
Que no quede zozobra de mí, de ti, de nosotros.
Que no le dejes al temor todo lo que dejo y soy.

Robertha Mayer

Quizá esa sea la felicidad

Hoy recibí notitas buenas y malas, mi vida ha dado un giro sorprendente. Las reconciliaciones son nuevas rutas de bienestar, lo que trae nuevamente el caos y la renovación. Hoy realmente no pudo ponerme triste nada (lo cual para nada es muy común); las notitas fueron fuertes, impactantes, pero nada pudo desequilibrar mi espacio, mi entorno. Hoy bebí mucho, confieso abiertamente que me puse bien ebria, estuve con dos grandes amigos, gracias por darme un rato maravilloso. El lugar donde estuvimos era caro y aburrido, pero en ese momento no hacía falta nada más que disfrutar de una chela, cigarros y su compañía. No espero ni la lluvia ni la sequía, la ausencia o la plena compañía, sólo siento y lo disfruto. Soy feliz, soy una mujer feliz (parafraseando a mi querido Silvio Rodríguez). Durante el huracán todo es devastación, ausencia, sombras de temor y angustia, pero pese a que sigue ahí, tengo la magnifica oportunidad de estar en el ojo, ver la luz y sentir como sopla el viento en mi cabello.

Lirva

Muchas DISCULPAS

Creo que éste post es para ofrecer encarecidamente muchas disculpas. En primera quiero aclarar que todo lo sucedido ha sido un malentendido, que yo estoy tranquila y que no pretendo destruir a nadie, existen dos lectores interesados en esta respuesta y en estas disculpas, a ambos : los siento mucho, una enorme disculpa por todo, espero que lentamente todo vaya tomando su curso original y que al rato nos riamos de todo lo sucedido. Señor Egroj, (sabes quien eres) lamento de corazón el mal rato y espero que en un futuro (no muy lejano) me permita aclarar todo y me brinde nuevamente su amistad; le doy todo el tiempo necesario y mi sinceras disculpas y mi sincera amistad, (como carnales Nobobo), que quede claro que no pretendo lastimarlo nunca. Señor Éner, lo dicho lo sustento y además de ser mi gran amor, es mi compañero y amigo, mi gran puerto y todos mis sueños. Le entrego toda mi alma y mi vida, mis enseñanzas de Master Topo-topei y mi pasión inaudita. Mil disculpas por todo lo acontecido y por una mala, muy mala noche, (también perdón por el post anterior). Gracias por todo lo que me han otorgado los dos, los quiero mucho; bueno al señor Éner lo amo profundamente.
Espero que tuti la banderuti vuelva a estar unida. Bueno cambiando de tema (no del todo), al que me dejo su coment en mi post anterior, lo he localizado, ya sé quien eres (jajajajajajajajajajaja), no acepto post anónimos, sean machines y den la cara (bueno el nombre), pero a fin de cuentas lo respeto.
René y Jorge, los quiero y lo siento mucho, vamos a ser felices, por favor.
AVRIL

Una sola noche, no más...

Alicia volteó a verlo, esa sonrisa con toque indigno y abrumador despidió en ella una sensación absurda de amor. Pudo haber sido el calor del tinto o un deseo atroz de entregarse, quizá fue más el tinto que la pone sensual. Hoy por fin lo miré, absorbí todo el sudor que pude de su cuello, colocar mi cabeza sobre su hombro era algo asqueroso y sucio, pero olerlo no evitó a que sintiera esa calma y al mismo tiempo esa premura de tenerlo. Tonta Alicia cree que todos la miran, cree que él también la mira; es difícil competir con esas piernas y esos ojos. Estúpida monogamia, debería ser un poco más vulgar y declararme activamente puta, así sería más sencillo; por ejemplo me arrimaría a Luciel y a Esteban, esa par si que son pura dinamita. Pero en cambio, tengo que seguir con él, es la norma, la idiota moral, el deber. Alicia se pavonea por todo el restaurante y con sus caderas nos grita a todos que es deseada, que es infinitamente deseada; yo sin embargo, tengo que conformarme con mirarlo y sonreír, sonreír de forma infantil para no delatarme; tengo cinco años y no dejo de querer esa paletita o ese globo de la esquina, siempre es desear lo ajeno, negar lo propio y desearlo a él. Sí tan sólo pudiera tocarlo una vez, por un momento la cajetilla de Camel hizo que sintiera su pulgar, su divino pulgar, creo que empiezo a odiar el tinto, me pone cachonda y me deja sola, es muy infeliz. Luciel me confesó que la quiere, que se muere por Alicia, yo por mi cuenta vuelvo a sonreír y hago un gesto de aceptación (no tengo otra alternativa), quisiera besarlo, decirle que ella no va a estar aquí cuando él vuelva, que se irá, (yo sé todo de ella, pues finalmente sigue siendo mi amiga). Me quedé rota, pasmada, absorta, destrozada. Por un momento pensé en consolarlo, pero consolarlo de qué, es inútil, no funciona nada, debería ofrecerme, ofrecerme a él, eso sería un movimiento estúpido, yo sé que me tomaría como se toma a una rosa marchita, me mordería, lo haría todo, besarme, tocarme, entrar en mí, y seguiría siendo la misma sucia flor marchita. Puedo convertirme en su pañuelo, en la rota imagen que desea de ella, en esos ojos, en esa piel amarilla y hermosa; tengo que conformarme con sentarme a beber y fumar, con despedirme a base de tristes abrazos y besos mudos, ser una ausente,un pecado, huérfana de alientos, la peregrina de sus desvelos, la sombra inerte de una noche de calor, un fantasma de angustias y deseos. Un poema, un beso, un adiós, ¿qué más puedo darle? Debería tirar todo, tirarme, envolver mis cenizas entre la pelusa de mi gato y mandarlo a la mierda, a la vil mierda. Repito tanto la palabra mierda porque me he quedado vacía, confundida, sorprendida. ¿Crees que alguna vez me vea? ¿qué alguna maldita vez me vea? Es una sola noche y no más.

Robertha Mayer

ÚT SEBAS ODOT...

Se dadrev oerc euq yotse adaromane, orep áziuq aes ed al anosrep
aneja o lamsatnaf. Sadot sal sehcon orepse olrev o olrahcucse, sadot sal sehcon oñeus euq rop anua los zev árdnev, em árid – amlac im añin, adot av a ratse neib- eh odatnetni raigaserp un ortneucne y emratrepsed etodnéitnis a im odal. És euq acnun sáres oím, és euq sere oneja y etnatsid, osrepsid y ogima, áziuq ogimene.
Se otnemom ed raicnuna euq et oreiuq, euq et oesed, euq et oido y euq et orepse. . Es momento de un beso, ¿puedes dármelo? Quizá al leer esto te confundas, nadie entenderá quien eres, no pueden saberlo, no encontrarán nunca una pista, ni en el libro ni en mis letras ni en las miradas ni en la voz. El momento de la partida es latente, de una absurda y triste despedida.

Robertha Mayer

Quiero que llueva

Un encuentro de pronto puede cambiar la tranquilidad de tu vida, se asemeja a una caída severa que te hace llegar al hospital. La verdad es que me siento derrotada. Soy una prostituta que ha perdido la clientela, una sucia flor que trata de regresar a su jardín. Y hablo de eso porque he concluido que no es esa cara a la que esperamos volver a ver ni los ojos de gato delirante que intento encontrar cada día que despierto melancólica, ni las neblinas que nos perturban en las mañanas de invierno, es un estúpido amor, un asesino amor que maquila todo el tiempo con destruirnos. No soporto esa soledad, la soledad del amante, la ausencia de dos bocas, los cíclopes. He dejado de luchar y no busco más batallas. Sería tan fácil abrir las piernas a cualquiera y mirar al cielo como se deja caer. Los fluidos son tan hipócritas que me siento sucia cada vez que me tocan, no por ellos sino por mí. Las manos no son las mismas, los olores me ciegan y me atosigan, los cuerpos son ajenos y distantes. El orgasmo no es lo mismo sin ti, esos gritos, esa piel. Lo más puro que queda es ese entre líneas, esa mentira que has creído, lo barato, lo desmedido, lo infame. Te he ganado; te crees más listo que yo, crees que un adiós iba a detenerte, eres estúpido. La historia me la reservo, nadie puede o más bien nadie aguantaría saberla. Insectos morbosos y vacíos que pretenden escarban en mi sexo. Las putas no solemos besar en la boca, puede resultar peligroso y traicionero. Me respondo que te has ido, aquel hombre gris se ha marchado, sólo queda la sensación de placer que causaba, ahora eres tú, sí, tú, jamás lo descubrirás, jamás serás mío como quieres ser de otras, como eres de todas aquellas. Nunca vendrás a mi cama ni a mis pechos, nunca encenderás la lamparita del buró y no accederás a mis caprichos; no joderas a la luciérnagas intentando atraparlas todas para mi ni ensuciaras la almohada con saliva somnolienta que lameré mientras duermes. Espeluznante bailarín de madrugadas, de charlas ficticias e hipócritas, no volverás a sentirme como hoy, carcelero de mis desprecios y mis angustias, encierras cada emoción en el aire y la rescatas para mí.
Tengo que dormir, supongo mañana seguiré soñando junto a ti y quizá llueva.
Puede ser un sueño...
nulledairotsiheverbalegroj.